Gerardo Gombau y sus aportaciones estilísticas
La ciudad de Salamanca influyó mucho en el curso de vida que tomaría Gombau hacia la música. Salamanca contaba con una Sociedad de Conciertos y una escuela de nobles y bellas artes, que formaron personajes ilustres de la pedagogía musical como Francisco Asenjo Barbieri y dos de los músicos salmantinos más valiosos del siglo: Felipe Espino y Tomas Breton.
1923-1936 Aires de Castilla (voz y orquesta o piano) y Dos canciones castellanas (voz y piano)
Son dos de las obras más prematuras registradas de Gombau. Estas evidencian su evolución hacia un estilo de música más completo (por causa de sus estudios en Madrid). Las dos obras muestran las influencias nacionalistas de Manuel de Falla, que comenzaban a comprender la música de Gombau, separándose de los cantos populares y entrando a la reforma europea.
Aires de Castilla y Dos canciones castellanas: incursiones de Gombau a la música nacionalista
Gombau hizo sus estudios de música en el Conservatorio Superior de Madrid en el periodo 1923-1936. Durante este periodo sobresalió como uno de los estudiantes con mejores calificaciones. Un autor relató los años de evolución artística de Gombau, durante sus estudios en el Conservatorio, como una superación, en donde Gerardo logra pulir sus facultades y sentido musical, para encaminarlos hacia la grandeza que lo caracterizaron años después.
A los 24 años, Gombau componía principalmente cantos populares, de los que posteriormente se aleja para finalmente especializarse en el nacionalismo. Este avance se evidencia en sus obras Aires de Castilla o Dos canciones castellanas.

1943 Ballet charro (ballet)
Gombau culminó sus estudios en el Conservatorio de Madrid y se mudó a Salamanca en 1939, tomando el puesto como profesor de Cátedra de Piano en el Conservatorio Regional de Salamanca.
Ballet Charro: primeras piezas como músico profesional
La música que compone Gombau después de graduarse, muestra en él un dominio y comprensión de la melodía más profesional, y se expresa en obras de mayor capacidad. Consiste en el comienzo de su madurez como músico.
Sus primeras obras se basan en el nacionalismo, donde recién había acabado la guerra, creando obras como El ballet de Charro. Pieza nacionalista regional que hace homenaje a la ciudad de Salamanca. Evidencia el trayecto de evolución que vivía Gombau en el nacionalismo a través de la prueba y error.
1944 Amanecer (violín y orquesta)
Pieza nacionalista que Gombau compuso con la Orquesta Sinfónica de Salamanca. La obra “Amanecer” refleja el trayecto evolutivo que vivía Gombau en el nacionalismo, a través de la prueba y error.
Gombau tuvo una importante participación de esta orquesta Salmantina, de la cual sería director efectivo junto al director honorario Bernardo García Bernalt. Esta orquesta se componía de músicos locales de Salamanca. El objetivo era darle interpretación a las obras de Beethoven y mostrar las piezas compuestas por músicos paisanos, que no recibían suficiente visibilidad de la gente debido a la falta de recursos.
1945 Don Quijote velando las armas (orquesta)
Su evolución personal lo llevó a escribir sinfonías que escapaban de los límites del sistema tonal, buscando la renovación, escribió obras inspiradas en poemas, pero hechas sinfonías, como “Don Quijote velando las armas”.
Don Quijote Velando las Armas: reflejo del postromanticismo germánico
Es una de sus obras más emblemáticas, inspirada en el libro de Cervantes, que expone el sinfonismo posromántico que lideraba en España de la posguerra, encabezado por la influencia de Conrado del Campo, un relevante defensor del posromanticismo alemán. Fue con esta obra que Gombau ganó el Premio Extraordinario de Composición del Conservatorio de Madrid en 1945.
1959 Tres piezas de la Belle Epoque (guitarra)
Las aspiraciones de Gombau se encontraban en la novedad. Gombau no era un músico anticuado, al contrario, con una actitud abierta, cuestionaba los sistemas de la época y los alteraba en sus prácticas personales. Lo hacía con el propósito de descubrir caminos nuevos que pudieran llevar la vida musical de España a una era más adelantada.
Tres piezas de la Belle Epoque: desarrollo hacia el experimentalismo y la vanguardia

Gombau manejaba un lenguaje musical personal donde se expande en el área estructural, expresiva y tímbrica; esta evolución puede notarse en sus últimas obras, empezando desde Tres piezas de la Belle Epoque (1959) y acabando años después con Grupos tímbricos (1979).